viernes, 13 de enero de 2012

Un sagüero ausente nos deja

En la tarde de este, jueves 12 de enero, falleció en La Habana, víctima de un infarto cardíaco, el Doctor Julio García Luis, nacido en Sagua la Grande en 1942, relevante periodista cubano, Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida en 2011.
Nunca supe que era sagüero, realmente debo confesarlo, fue una sorpresa saber que hace 69 años había nacido en esta tierra, de la cual han salido tantos periodistas de merecido prestigio territorial, nacional e internacional. En la noche de ayer comenzó mi búsqueda, además de nacer en la Villa del Undoso, debía existir algún otro lazo que lo atara al terruño, venía periódicamente a Villa Clara, provincia con la cual se sentía muy identificado. Desde muy joven se alejó de Sagua la Grande, pero esa herencia que le impregna esta tierra a sus hijos fue con él a todas partes.
Maestro voluntario, profundo editorialista y cronista del periódico Granma, Trabajadores y otros medios de prensa cubanos, Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Decano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana y docente de varias generaciones de periodistas, la súbita pérdida de Julio deja un vacío en el sector periodístico del país.
Contaba al morir con 69 años de edad, y a pesar de su reciente jubilación, laboraba activamente como integrante del Comité Nacional de la UPEC, docente de Periodismo y en otras importantes tareas profesionales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

También los saüeros le debemos a Julio que todavía nuestro símbolo siga siendo el Puente el Triunfo. Cuando en los años 80 esta joya de nuestra ciudad estuvo a punto de desaparecer, muchos fueron los coterráneos que se dirigieron a cuanta instancia existiera porque la solución inmediata era demolar el puente y construir uno nuevo. En el periódico Granma, Julio publicó una crónica donde defendió la perdurabilidad del Puente El triunfo. Él pudo haber sido uno de nuestros Hijos Ilustres, aunque formalmente nuca le fue otorgada esa distinción, en el corazón de muchos sagüeros está su impronta.